La legitimidad de la PAH

06.02.2013

Hace un año la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) inició una campaña de recogida de firmas para pedir la dación en pago mediante uno de los pocos mecanismos de participación ciudadana que se permiten en este país: la Iniciativa Legislativa Popular (ILP). La campaña se extendió como la pólvora por todo el territoro del Reino de España, también conocido como Estado Español. Además de los propios activistas de la(s) PAH, no había apenas Asociación de Vecinos, ONG, plataforma o partido de izquierdas (de izquierdas) que no pusiera un chiringuito en la calle para recoger las firmas. Las firmas se recogieron meses antes de la fecha límite impuesta por la ley, y por fin, ayer, la propuesta se pudo llevar al Congreso con el aval de un millón de firmas. El doble de las necesarias.

Ayer los enemigos de la democracia popular -valga la redundancia para mentes olvidadizas- no tenían otra opción que dar la cara. La PAH les ponía delante una propuesta avalada y defendida por la ciudadanía, un número de ciudadanos más que suficiente para merecer el calificativo de "legítima". Legitimidad es un concepto con frontera difusa. Pero hay casos históricos que están lejos de esa raya de separación. Que Mariano Rajoy y la banda de corruptos que nos gobiernan ostenan el poder ilegítimamente es más claro cada día que pasa, cada decreto ley que imponen, y cada sobre que reciben. Que ayer la ciudadanía, PAH mediante, y la PAH, Ada Colau mediante, defendían una propuesta legítima -y urgente; y vigente en otros países más civilizados- también queda meridianamente claro.

Pase lo que pase con la ILP, la defensa por parte de Ada Colau de la ILP para la dación en pago es un momento histórico para esta democracia agonizante. Si se acaba votando a favor, representará una victoria de las clases populares y de su lucha -una de sus luchas insignia-. Si se acaba votando en contra, es una máscara menos a esta <<democracia>>. Y no le quedan muchas.

En este vídeo extraído de la intervención de ayer Ada Colau llama criminal al representante de la patronal bancaria que tomó la palabra antes que ella. Por estas palabras, al acabar su exposición, el señor a su izquierda, el presidente de la mesa, le soltó una indignante reprimenda y le exigió que las retirara. Ada no las retiró y se reafirmó, explicando mejor, si cabe, su pensamiento. Y es que Ada no podía retirarlas, no estaba legitimada para retirarlas, porque ese es el pensamiento de los ciudadanos a los que nos representa.

(el vídeo entero, aquí)

Actualización (6/01/2013): Ismael Peña acaba de publicar una artículo relacionado donde disecciona mejor las palabras del presidente de la mesa.