Todo el p*** siglo igual

22.06.2010

Instrucciones de lectura: prepárese un Gin Tonic, o algo que le relaje. Si tiene armas en casa -no debería-, déselas al vecino. Respire hondo. Piense un momento, no mucho, en Botín, en Díaz Ferrazn, en Zapatero y en Rajoy, y mándelos mentalmente a algún frío lugar de Siberia. ¿Está usted relajado? Ahora póngase esta canción mientras lee.

En la actualidad, el imperialismo y la dominación de los Bancos han "desarrollado", hasta convertirlos en un arte extraordinario, estos dos métodos adecuados para defender y llevar a la práctica la omnipotencia de la riqueza en las repúblicas democráticas, sean cuales fueren. Si, por ejemplo, en los primeros meses de la república rusa, en los meses que podemos llamar de la luna de miel de los "socialistas" -socialrevolucionarios y mencheviques- con la burguesía, en el gobierno de coalición, el señor Palchinski saboteó todas las medidas de restricción contra los capitalistas y sus latrocinios, contra sus actos de saqueo en detrimento del fisco mediante los suministros de guerra, y si, al salir del ministerio, el señor Palchinski (sustituido, naturalmente, por otro Palchinski exactamente igual) fue ¨recompensado¨por los capitalistas con un puestecito de 120.000 rublos de sueldo al año ¿qué significa esto? ¿Es un soborno directo o indirecto? ¿Es una alianza del gobierno con los consorcios o son "solamente" lazos de amistad? ¿Qué papel desempeñan los Chernov y los Tsereteli, los Avkséntiev y los Skóbelev? ¿El de los aliados "directos" o solamente indirectos de los millonarios malversadores de los fondos públicos?

La omnipotencia de la ¨riqueza¨es más segura en las repúblicas democráticas, porque no depende de la mala envoltura política del capitalismo. La república democrática es la mejor envoltura política de que puede revestirse el capitalismo, y por lo tanto el capital, al dominar (a través de los Palchisnki, los Chernov, los Tsereteli y Cía.) esta envoltura, que es la mejor de todas, cimenta su Poder de un modo tan seguro, tan firme, que ningún cambio de personas, ni de instituciones, ni de partidos, dentro de la república democrática burguesa, hace vacilar este Poder.

Lenin, 1917 (El estado y la revolución)

Ahora vaya, y lo casca.